Comprar un vehículo es una decisión muy importante, pero también es una inversión significativa. Si estás pensando en comprar un coche de segunda mano, no caigas en el error de muchos compradores. Es decir, no te centres en las características más visibles, pues es crucial estar alerta a los vicios ocultos del vehículo. ¿Qué son? ¿Cómo identificarlos?
¿Qué son los vicios ocultos del vehículo?
Los vicios ocultos del vehículo son defectos o problemas que no son fácilmente perceptibles durante una inspección superficial, es decir, no los podemos ver a simple vista. Los vicios ocultos pueden ser problemas mecánicos, eléctricos o estructurales. Todos estos pueden afectar el rendimiento y la seguridad del automóvil.
Por otra parte, cabe destacar que es un vicio oculto cuando el vendedor sabe que el coche tiene un problema y no lo comunica al comprador porque la transacción podría no celebrarse. Este es un error gravísimo. ¿Y qué hacer para evitar los posibles vicios ocultos del vehículo?
Nosotros te aconsejamos el peritaje del coche. Es un proceso que no solo te ahorrará disgustos a futuro, sino que te permitirá conducir con total tranquilidad. Acércate a nosotros para que evaluemos el vehículo de segunda mano que hayas escogido.
¿Cuáles son los vicios ocultos del vehículo?
Problemas con el motor y la transmisión
Uno de los vicios ocultos del vehículo que resulta muy costoso puede estar relacionado con el motor y la transmisión. En ocasiones, estos problemas no son evidentes hasta que el vehículo ha recorrido cierta distancia. Presta atención a ruidos extraños, cambios bruscos de marcha o luces de advertencia en el tablero. ¿Nuestro consejo? Que pidas una prueba de conducción antes de comprar el vehículo, especialmente si haces la compra a un particular.
Daños estructurales y accidentes
Algunos vicios ocultos se relacionan con daños estructurales del coche, así como con accidentes anteriores que no se repararon de forma adecuada. ¡Presta mucha atención al momento de revisar el vehículo! Y es que la presencia de partes soldadas, inconsistencias en la pintura o desalineación de las puertas pueden ser señales de problemas estructurales.
Desgaste irregular de los neumáticos y frenos
El desgaste irregular de los neumáticos y de los frenos puede ser señal de problemas en la suspensión o el sistema de frenado del vehículo. Recuerda verificar el estado de estas dos partes del coche, no solo de forma visual, sino haciendo una prueba de conducción, como ya adelantamos.
Por otra parte, te aconsejamos verificar el historial de mantenimiento para poder detectar posibles vicios ocultos del vehículo.
Problemas eléctricos
Los fallos eléctricos pueden ser un verdadero problema porque resulta difícil detectarlos a simple vista. Es muy importante comprobar todas las funciones eléctricas del coche, como las luces, las ventanas, y los sistemas de entretenimiento, para asegurarte de que no haya problemas ocultos en el sistema eléctrico. La reparación de estos fallos puede ser costosa.
Óxido y corrosión
El óxido y la corrosión pueden ser problemas graves, especialmente si el vehículo circula por regiones de climas húmedos o con presencia de sal en las carreteras. Inspecciona minuciosamente el chasis y las áreas propensas a la corrosión para evitar sorpresas desagradables.
¿Qué hacer si detectas vicios ocultos del vehículo?
Si descubres un vicio oculto después de la compra, es importante actuar rápidamente. Los vicios ocultos en los vehículos suelen aparecer cuando la compraventa se realiza entre particulares. ¿Cómo debes proceder?
Lo primero es presentar una notificación por escrito al vendedor, informando de los problemas del coche. En caso de que este no se haga responsable, es momento de realizar el peritaje del vehículo y en el que se informen los costes de las reparaciones. Si después de este trámite, el vendedor sigue haciendo caso omiso, puedes presentar una demanda. El plazo de presentación es de seis meses desde la compra del coche.
Por otra parte, cabe destacar que este proceso judicial es diferente y varía en función del importe del vehículo. Si el coche costó más de 6.000 euros, se hace un procedimiento ordinario (demanda, audiencia y juicio). Si el importe es inferior y oscila entre 2.000 y 6.000 euros, se hace solo un proceso verbal con demanda y juicio. ¿Y si costó menos de 2.000 euros? No es necesita la asistencia del procurador, pero sí es necesario un abogado.
Después del juicio, es posible que todo se resuelva con la devolución del importe pagado o con el pago de las consecuencias del vicio oculto, así como la reparación de los daños e incluso, la anulación de la compraventa.
¿Y si la compra fue a un concesionario de ocasión? También se sigue un proceso de juicio, pero el plazo para presentar la demanda no es de seis meses, sino de un año desde la compraventa.